Ayer iba plácidamente conduciendo y prendí la radio, casualmente cayó el noticiero de Radio Fórmula, a eso de las 17 hrs, entonces no estaba López-Dóriga. Pero estaba un güey que dijo algo que procuraré citar textual:
Súbale a su radio: los rumores de que se privatiza Pemex son falsos. Lo que dice ese hombre que se aprovecha de la ignorancia de la gente son mentiras. Ese hombre, el que perdió las elecciones legítimamente porque la mayoría del pueblo no votó por él, sólo quiere aprovechar la ignorancia de la gente para meter miedo y beneficiarse.
y continuó:
El diputado del PRI, Mengano de Tal (no recuerdo quién chingaos) declaró que no hay planes de privatizar Pemex. Lo que dice el hombre que no ganó las elecciones son mentiras porque ya el diputado nos aclaró que no existe ningún documento en el que se planee la privatización de Pemex.
Lo grave no es que el Peje sea mentiroso (todos sabemos que se malviaja), ni tampoco que los diputados del PRI digan lo contrario. Lo grave es que el tipo que hablaba dejó atrás su papel como informador neutral para convertirse en el protagonista, poniendo en la mente del escucha cosas que no sucedieron. El Peje dice que vió el papel, el diputado dice que no lo vió. ¿A quién le creemos? ¿A quien quiera ese güey?
No dejen que les metan cosas en la cabeza. Los diputados son huevones y el peje es un exagerado de mierda. ¿Pero acaso tiene más credibilidad un informador que está dispuesto a tergiversar y travestir las cosas para polarizar en pro de su punto de vista? Yo no creo...
